La respiración

Mediante la respiración se abren los canales energéticos y se dirige el flujo del Qi o aliento vital utilizando la intención por todo el cuerpo (tejdos, órganos y huesos) para nutrirlo y revitalizarlo.

Para ello, se toma consciencia de ella contando las inhalaciones y exhalaciones al realizar los ejercicios. Así se detiene la mente dispersa y se centra en lo que estamos haciendo en ese momento, el momento presente. El aquí y el ahora es una de las premisas de este arte marcial milenario, trabajando la relación cuerpo-mente y sintiendo nuestro ser como todo uno.

A través de la respiración se controla el corazón y su movimiento: se ralentiza aminorando los estados de estrés y ansiedad.

Los movimientos del principiante suelen ser rápidos y puede surgir la impaciencia. Centrando la atención en el movimiento de manos y pies, la respiración va siendo más calmada y, por tanto, hará que su práctica sea más lenta y profunda.

El control de la respiración nos ayuda a mantener la mente en calma y es la base del desarrollo del Taichi Chuan y del Chi Kung.

Existen dos tipos de respiración en la práctica del Taichi Chuan:

  • La respiración abdominal: es la respiración que nos proporciona calma y que sale de forma natural cuando el cuerpo está en reposo, en posición estática o en movimiento suave. Se hincha el abdomen de aire al inhalar y se deshincha al exhalar.
  • La respiración invertida. es la respiración que nos proporciona fuerza y habilidad para hacer algún tipo de esfuerzo físico. Es enérgica y tiene la capacidad de transmitir energía al contrincante a nivel marcial. Se encoge el abdomen al inhalar y se relaja al exhalar.